PSICOMOTRICIDAD VIVENCIADA
La psicomotricidad vivenciada parte de la acción espontánea del niño o niña, a continuación se hablará de lo que significa la psicomotricidad espontánea, su importancia y la actitud que debe tener un educador o fomador ante este tipo de psicomotricidad.
En la psicomotricidad vivenciada el movimiento es iniciado y ejecutado por el propio niño, es decir, es un movimiento espontáneo, en este movimiento el cuerpo está al servicio del movimiento. Se da mayor creatividad ya que se le propone un espacio y unos materiales y el niño o niña interactúa con ellos sin ideas preconcebidas, se les deja actuar libremente.Esto es fundamental no sólo
porque compromete funciones esenciales en el desarrollo del niño como los
aprendizajes, el reconocimiento del mundo que les rodea, la formación del
esquema corporal, el control de la voluntad...sino porque con cada acto
espontáneo hay ligado un efecto: un cambio del niño con respecto al espacio, al
objeto u otro ser humano que provoca en el niño un sentimiento de competencia.
El hecho de que un acto espontáneo provoque un cambio en el entorno y genere un
sentimiento de competencia se va convirtiendo en una necesidad desde que una
persona nace por lo que el sentimiento de competencia se va experimentando una
y otra vez provocando satisfacción. Desde los primeros días del nacimiento, el
niño (que no es un ser pasivo) nace con aptitudes para tomar la iniciativa y
conducir interacciones eficaces tanto con el adulto que se ocupa de él como con
el entorno. El bebé viviendo en un equilibrio emocional y afectivo
satisfactorio y participando "activamente" en sus cuidados toma la
iniciativa para buscar un objeto que le interesa, explorarlo, manipularlo,
jugar. Así el niño tendrá experiencia de autonomía y repetidas experiencias de
sentimiento de competencia.
NUESTRA ACTITUD ES FUNDAMENTAL
PARA AYUDAR NUESTROS PEQUES POR ESO RECURDA SIEMPRE:
ACTITUD DEL EDUCADOR/A O FORMADOR/A.
El educador/a o formador/a debe:
- Respetar las capacidades e
intereses del niño.
- Tener siempre presente que
la acción espontánea del niño genera satisfacción y aumenta su deseo de
tomar iniciativa.
- Proporcionar un ambiente de
bienestar físico y seguridad tanto física como afectiva.
- Estar dispuesto a que se
establezca comunicación visual, tonal y verbal.
- Proporcionarle tiempo.
- Conocer los procesos
evolutivos.
- Observar sistemáticamente
la expresividad psicomotriz del niño, teniendo en cuenta su historia
particular siguiendo unos parámetros.
AHORA
MANOS A LA OBRA Y A
“JUGAR”…….